Experiencia MANUEL JULIÁ
“Ya no tengo miedo si me piden cortar jamón”
Se llama Manuel Juliá, llegó desde Tijuana, México, para conocer los secretos mejor guardados del Jamón y su corte, y es todo un apasionado de este Universo “pata negra”. Y eso, se nota.
Desde bien pequeño el Jamón fue para él objeto de deseo, algo casi inalcanzable, ya que los primeros que recuerda estaban en casa de su abuelo y, el patriarca del clan, “no dejaba a nadie tocar”. Así que él no le quitaba el ojo de encima.
Pasaría tiempo hasta que se enfrentase a uno en un mano a mano. Hace 10 años lidió su primer jamón, y según nos cuenta, aquel pernil acabó con la “sonrisa de España”, esa media luna de los comienzos que todos conocemos. Pero no cejó en su empeño. Siguió cortando, practicando, observando, y acabó recalando, junto a su esposa, en uno de los cursos de la EICJ, del que habla como “una experiencia extraordinaria”. Desde aquel primer corte, muchas cosas han cambiado para Manuel. Hoy tiene más claro que nunca que “el sabor del jamón depende mucho de cómo esté cortado” y ha aprendido a sacar lo mejor de cada pernil sin fallar jamás, dando siempre el mejor de los servicios en el catering que dirige y que se ha convertido en embajador del corte en el país norteamericano.
Además, Manuel Juliá tiene dos restaurantes que son los niños de sus ojos, en los que disfruta, experimenta y vive los matices de una gastronomía como la mexicana que se cuenta entre las más complejas, sabrosas y exquisitas del planeta.
Tiene claro que el Jamón curado español es en América aún un producto de lujo por los precios elevados que alcanza, que su presencia es aún ligera pero creciente y nos traslada que, hoy, el 99% del jamón consumido en América es cocido o York, por lo que aún queda mucho camino por recorrer, y mucha cultura por divulgar.Y en eso está Manuel, trasladando al otro lado del Atlántico las bondades de un producto increíble que se degusta siempre mejor si está bien cortado.
Porque, como él mismo dice, “consumir un buen jamón es una experiencia orgásmica”. Y nosotros no podemos estar más de acuerdo.
Desde aquí te enviamos un saludo transatlántico y te deseamos lo mejor, no sólo en tu día a día gastronómico, sino también en esa bella labor de divulgar los placeres y los secretos de este producto infinito que es el jamón allende los mares. Porque como diría Machado, “Caminante no hay camino, se hace camino al andar...”. Y en ello estás!
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